"Pueden estar seguros de que les digo la verdad, el régimen irakí tiene armas de destrucción masiva", mintió José María por televisión a todo el país. Creo sinceramente que, al tratar de colarnos de forma tan impúdica esa mentira más que evidente, Aznar inició su descenso en picado de cara a las siguientes elecciones. El torpe manejo del atentado del 11-M (Pueden estar seguros de que les digo la verdad, ha sido ETA) echó más leña al mismo fuego y le supuso la puntilla en términos electorales.
Si esta hipótesis es cierta, el gobierno de Zapatero debería tomar nota del pasado más reciente de nuestra historia política y no dedicarse a tontear con explicaciones dubitativas que puedan ser fácilmente interpretadas como mentiras o que hagan que la gente se sienta tomada por tonta.
En el accidentado ingreso de Aminetou Haidar a España el gobierno sostiene que está limpio, que fue todo legal y que no intervino para nada: fueron decisiones tomadas por los agentes de frontera, por su propia cuenta y riesgo, sin haber recibido instrucciones. La abogada de Haidar y el Sindicato Unificado de la Policía afirman lo contrario. Aquí, alguien está mintiendo. Presuntamente, hubo funcionarios diligentes cumpliendo con su cometido, sí, pero también es más que presumible el trasiego de órdenes desde Madrid a Canarias, son patentes las irregularidades desde el punto de vista del derecho internacional y hay todavía imprecisiones que deberían haberse esclarecido ya hace varias semanas. Si son la abogada y los policías quienes faltan a la verdad, nada pasará en términos electorales. Pero si es el gobierno el que ha caído en el error de mentir para escurrir el bulto de aquella vieja manera (Pueden estar seguros de que les digo la verdad, Haidar entró en España legalmente) ya les hago saber que es muy mala estrategia electoral. Así lo dice la experiencia.
¿Que por qué hablo de cuestiones electorales y no de Haidar directamente? Pues porque, obviamente, lo primero le preocupa al gobierno infinitamente más que lo segundo.
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