viernes, 21 de octubre de 2011

Españoles... ETA... ha muerto.



Tengo por cierto que cada vez que el diálogo se impone a las armas el Género Humano avanza. En ese sentido, el anuncio del final de ETA es una feliz y gran noticia para todos (para todos, ¿me oyes, Mayor Oreja?). Con el final de la banda armada, se acaban la razón de la fuerza, la intimidación y la violencia y el Estado deberá estar a la altura de las nuevas circunstancias, con su monopolio legal en el uso de la violencia. Cualquier reivindicación política debe tener cabida en una Democracia mediante la palabra y la fuerza de la razón. La desaparición de ETA del tablero de la política en España implica un cambio en las tradicionales reglas del juego por otras más civilizadas... en todos los sentidos. Es el momento de hacer gala de esa grandeza de la que tanto nos gusta alardear en la intimidad. El mundo nos mira.

3 comentarios:

  1. Anoche escuché en un programa de tv las dos caras de la moneda en las voces de un profesor de humanidades y un empresario en una entrega de premios o similar. Uno decía que el mayor porcentaje del déficit actual (sobre un 60% o 70%) venía producido por los bancos y la empresa privada, mientras que el otro afirmaba que el problema que hemos estado mucho tiempo esperando el maná y que habíamos trabajado poco. Esto viene a colación en el sentido de que, una vez finalizada la historia de ETA., de la cual uno se alegra, ya que tengo la convicción de que la violencia no conduce a ningún sitio, y que asumo, no como un triunfo de ninguno de los gobiernos democráticos de la historia del país, sino como una reestructuración en los planteamientos, o por lo menos en la forma de atajarlos, de la izquierda abertzale en general, lo cual me parece positivo, esperemos que ahora el gobierno, así como los medios de comunicación, tengan más tiempo para trabajar a conciencia, con una labor menos a realizar, una vez eliminada la banda, y pongan toda la carne en el asador, para llegar hasta el fondo de las causas reales de esta crisis y promover la solución real: informar detalladamente (y no según los intereses de que directivos de que cadenas) unos, y movilizar y mentalizar al resto de gobiernos de Europa otros; reestructurar los planteamientos económicos y buscar a los verdaderos culpables, pillarlos por los cuernos y sacudirles los bolsillos, que eso si que es difícil (lo fácil es tirar de la administración pública), y cambiar este sistema que hemos tenido hasta ahora que no funciona: los ricos son más ricos, y los pobres más pobres y eso conlleva presiones al pueblo que acaban siempre (léase cualquier libro de historia elemental) en revueltas, rebeliones y violencia, y eso si que no es bueno. Aunque el terrorismo, ese que no gusta a los gobiernos definir como tal (guerras, invasiones) seguirá en muchas partes del mundo, y ese si que será más difícil erradicarlo.

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  2. Miguelo, en no pocas ocasiones hemos coincidido en nuestros respectivos puntos de vista; pero he de decirte, que si bien el artículo es de mi agrado, lo que es el titular, me parece bastante poco acertado.
    Impacta en mi mente y corazón a partes iguales, de manera fulminante.
    Entiendo que hayas querido hacer un símil de aquella otra frase histórica, pronunciada tras la muerte del dictador, más no de la dictadura, que tal y como yo lo entiendo fue heredada y en no pocos estamentos se siguió y continúa ejerciendo.
    Por ello espero de verdad, que esta frase tuya, no corra la misma "suerte" y el hecho de que la banda decidiera poner definitivamente fin a la lucha armada, no signifique que la violencia sea heredada, sin ningún tipo concreto de reivindicación.
    saludos y felicidades para todo el mundo.

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  3. Yo también lo espero, ejenenacar, pero es difícil saber lo que nos deparará el futuro. El artículo apela a la inteligencia que hay que emplear (ahora, más que nunca), para que el conflicto se supere definitivamente. Franco murió, sí, pero el Franquismo persiste. Si queremos que la historia no se repita, tenemos que aplicarnos todos con lo mejor que cada uno pueda aportar. A eso me refería.

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